La Carrilleras de cerdo ibérico admiten multitud de preparaciones y recetas, desde la manera más tradicional, hasta la más vanguardista. De hecho, este corte cuenta con la atención renovada de los mejores chefs. Esta particular pieza del cerdo ibérico es muy apreciada a la hora de elaborar recetas, ya que tras su preparación correspondiente adquiere una textura tierna, muy suave y melosa en el paladar.

Asimismo, estamos ante un alimento altamente saludable y nutritivo, que se presta a mil elaboraciones distintas: al vino tinto, al horno, guisadas, estofadas, en salsa, acompañadas de arroz… Seguro que, si no tienes ya la tuya, pronto encontrarás la que mejor se ajuste a tus gustos.

Nuestra carne de carrillera (también conocida como «carrillada») procede en exclusiva de nuestros cerdos ibéricos criados y alimentados en una zona ideal para su crianza. Una producción sostenible, respetuosa con el medio ambiente y tradicional, con unos altos estándares de bienestar animal, que se traduce en un producto cárnico simplemente excelente.

La Carrillera Ibérica se obtiene de los músculos que utiliza el cerdo para la masticación. Son piezas pequeñas de unos 150 g aproximadamente, situadas bajo la mandíbula del cerdo.

Ibéricos Pérez de Sevilla: